Artritis y artrosis: ¿qué diferencias hay?

La artritis y la artrosis son patologías con algunos síntomas similares. Esto y la similitud de su nombre hacen que, a menudo, se confundan la una por la otra. Sin embargo, sus causas y síntomas son diferentes y es importante saber distinguirlas.

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 528 millones de personas en el mundo están afectadas por la artrosis y otros 18 millones por la artritis reumatoide 01 y 02.

Así, se trata de dos afecciones comunes y que a menudo se confunden por el parecido de su nombre y la similitud de algunos de sus síntomas. Aun así, las causas son distintas y el desarrollo también puede serlo, aunque con tratamiento ambas patologías pueden mejorar. Precisamente por eso es tan importante poder distinguirlas e identificarlas cuanto antes.

¿Qué es la artrosis?

La artrosis u osteoartritis es la enfermedad articular degenerativa más común y provoca dolor, rigidez e hinchazón, llegando a limitar los desplazamientos. El motivo es la destrucción del cartílago hialino, el tejido que recubre las superficies óseas y que actúa como amortiguador para el movimiento de las articulaciones.

Esta patología puede afectar distintas partes del cuerpo, pero las más habituales son las rodillas, la cadera, distintos puntos de la columna vertebral y la mano 01 y 03.

Causas de la artrosis

Hasta el momento, no se ha definido una causa clara para el desarrollo de la artrosis, aunque sí que se consideran algunos factores de riesgo que contribuyen a su aparición. Los principales son:

• Lesiones articulares, como fracturas o distensiones.
• Enfermedades preexistentes, como la artritis o la gota.
• Patologías metabólicas específicas, como la diabetes.
• Obesidad, especialmente determinante para la artrosis de cadera y rodilla.
• Causas genéticas.
• Factores sociodemográficos, como el sexo o la edad.

Qué es la artritis

La artritis es otra enfermedad articular que presenta hinchazón y sensibilidad en las articulaciones afectadas. Sus principales síntomas son el dolor y la rigidez y existen más de 100 tipos distintos de artritis, aunque la más común es la reumatoide.

En este caso, si no se sigue un tratamiento, la artritis reumatoide puede llegar a dañar gravemente las articulaciones y los tejidos que las recubren y causar problemas cardíacos, pulmonares y del sistema nervioso 02, 04 y 05.

Causas de la artritis

De nuevo, no se ha establecido una causa principal de la artritis, pero se apuntan una serie de factores desencadenantes. Más allá de hábitos insanos como el tabaquismo o la obesidad, la inflamación de las articulaciones puede ser consecuencia de 05:

• Una fractura ósea.
• Una patología autoinmunitaria.
• El desgaste y deterioro general de las articulaciones.
• Una infección, provocada por un virus o bacteria.
• La cristalización de ácido úrico o dihidrato de pirofosfato cálcico.

Diferencias entre artritis y artrosis

Las dos patologías afectan las articulaciones y presentan síntomas y desencadenantes parecidos. Sin embargo, existen una serie de características que distinguen la artritis de la artrosis. Las más destacadas son 06:

• La artritis es autoinmune, pero no siempre se convierte en crónica; mientras que la artrosis es una enfermedad crónica no autoinmune.
• La artritis ataca la membrana sinovial, que reviste internamente las articulaciones, mientras que la artrosis ataca el cartílago que protege los huesos.
• Las causas de la artrosis se vinculan principalmente con factores ambientales, genéticos y físicos; y las de la artritis se relacionan con enfermedades inmunológicas o infecciosas.
• Generalmente, la artrosis afecta a personas de entre 40 y 60 años; mientras que la edad más común para desarrollar artritis es entre los 20 y los 40 años.
• El principal síntoma de la artrosis es la rigidez y aunque puede derivar en inflamación, no es lo más habitual. En cambio, el efecto predominante de la artritis es la inflamación, además del dolor y el malestar.

Tratamientos para la artrosis y la artritis

Existen distintas maneras de reducir los efectos de estas enfermedades articulares. Ambas pueden seguir tratamientos farmacológicos, pero también cuentan con otros métodos que pueden mejorar los síntomas. Por ejemplo, la fisioterapia puede ser útil para determinadas formas de artritis o de artrosis, así como el ejercicio aeróbico controlado.

Además, existen cirugías concretas que pueden actuar sobre el avance de estas patologías para proteger las articulaciones y mejorar o preservar la movilidad de quienes la padecen 03 y 04.

De nuevo, hay distintas tipologías de artritis y artrosis y según los síntomas de cada caso concreto se determinará cuál es el tratamiento más adecuado.

En definitiva, la artrosis y la artritis pueden afectar la movilidad y la calidad de vida, pero identificando sus principales efectos a tiempo, es posible encontrar el tratamiento que permita atenuarlos. Por eso, es tan importante distinguir una patología de la otra y acudir al profesional médico de referencia ante el más mínimo signo.

NPS-ES-NP-00673 (octubre 2024)

Referencias: